sábado, 17 de agosto de 2013

Abuela.

Abuela, ¿cuántas veces se te ha quebrado el alma?.
Dime abuela, dime si acaso no diste tu alma.
Si no diste cada parte tuya y cada día que pasaba en tu vida
y ahora nada. Pedazos de la nada, recuerdos de toda la vida, de toda tu vida.
Y ahora tu cara ajada, tus fuerzas debilitadas, tus manos arrugadasaquellas que tejen cada alborada con la paciencia y la esperanza del mañana.
Con la prontitud de renovar tu calma,
con la velocidad de tu andada,
con la prontitud de tu alborada.

Gracias abuela, gracias mil.
gracias te doy por enseñarme la calma
por darme fuerza cuando más débil lo estaba.

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