Y así es como me siento en estos últimos días.
Así me siento cuando te tengo cerca.
Ya entendí que no son larvas convertidas en mariposas, es solo un vacío hermoso.
Y ¿Cómo no lograr sentirme así? Después de esa forma tan tuya de posar tu mirada sobre la mía.
Ese momento que me compartes cuando me regalas tu sonrisa y me intentas hacer sonreír a mi también.
Es fácil caer ante eso, es como aventarse al vacío de repente sin esperar regresar.
Tu me absorbes como un hoyo negro, que poco a poco me atrae hacía él, me tragas, me absorbes, me llenas. Contigo, no puedo pedir nada.
Eres mediocremente imperfecto y te ganas mi cariño con cada respiro.
Ven, acércate a mi, inyecta ese sedante, déjalo correr por mis venas, que es menos doloroso que él siquiera poder pensar en enamorarme de ti.
Porque el simple hecho de enamorarse se torna a una gran y deficiente locura.
Aunque la locura es lo más hermoso y cuerdo que pueda existir en esta vida que se encuentra en un mar de monotonías absurdas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario